Las noticias del culebrón de Marbella no sorprenden a nadie residente en la costa malagueña. En la Costa del Hormigón estamos acostumbrados a las barbaridades. Pero parece que aquí existe un fenómeno especialmente raro. Se habla mucho de "la transparencia", pero aquí se encuentra un tipo de transparencia especial: la transparencia total. Viajando por el litoral, se puede ver miles de obras: chalets, apartamentos, hoteles. Muchas son ilegales pero, milagrosamente, nadie se entera de su construcción hasta que estén terminadas. La única explicación que me ocurre es que aquellas obras deben ser transparentes y por eso invisibles a los ojos de los inspectores, los peritos, y los alcaldes de los municipios.
Invisibles también deben ser las reglas de urbanización, las normas de la Junta, la Ley de Costas etc. Eso sí es la transparencia llevada a un extremo insospechado.
Quizá ya haya llegado el momento de insistir en que todos los empleados de la Junta y de los ayuntamientos se sometan a una revisión de la vista.
Es sólo una sugerencia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 30 de julio de 2006