Las nadadoras de la antigua RDA ganaron 11 de 13 pruebas en los Juegos de Montreal, excepto dos. Se las apodaba las Grossen Bertha (Grandes Berthas). Tras la caída del muro de Berlín, se supo que la RDA había desarrollado un intensivo porgrama de dopaje en la mayoría de deportes, con consecuencias terribles para muchas de sus grandes campeonas. En 1994, las chinas arrollaron en los Mundiales de Roma. Desaparecieron inmediatamente. Nadie creyó que sus fabulosas marcas se debieran al entrenamiento. El goteo de casos de dopaje no cesa cada temporada.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 31 de julio de 2006