En un día como hoy, en el que su periódico abre con la desgarradora foto de una niña pequeña muerta en brazos de un desesperado e impotente adulto, imagen que ilustra la noticia de la matanza de más de 50 civiles libaneses víctimas de las bombas del Ejército israelí; con una portada en la que, entre otras cosas, se informa además de otros 17 inmigrantes clandestinos desaparecidos en aguas mediterráneas (por no hablar de la descafeinada ley que prohíbe mencionar a los verdugos de las víctimas cuya memoria se pretende rehabilitar), da un poco de pudor dirigirme a usted por un tema tan baladí como aparentemente chovinista. Pero el caso es que el municipio de Motril está en la provincia de Granada y no en la de Málaga, como erróneamente se afirma en el, por otra parte, espléndido artículo Ciudadanos del mundo, donde Bonifacio de la Cuadra (quien no creo que pudiera leer sin inmutarse que Úbeda fuese granadina en vez de jiennense) defiende con la maestría y precisión que siempre le caracterizan "el derecho de todo ser humano a circular libremente por el mundo y a que su ciudadanía universal sea respetada". Salvando el lapsus motrileño, quiero expresarle mi más sincera enhorabuena porque artículos como éste no sólo dignifican a su autor, sino que también justifican la adicción que tantos lectores seguimos padeciendo hacia su periódico.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 1 de agosto de 2006