Una mujer de 86 años de Granollers (Vallès Oriental) falleció ayer por un golpe de calor. La anciana ingresó el pasado 27 de julio en el Hospital General de Granollers con un cuadro de hipertermia y de rabdomiólisis -lesiones en el músculo esquelético-. Con este nuevo caso, ya son cinco los fallecidos en Cataluña en 10 días como consecuencia de un golpe de calor.
De las cinco muertes relacionadas con el calor, cuatro de ellas eran personas mayores. Los que tienen más de 75 años son uno de los colectivos con más riesgo ante la exposición a altas temperaturas. La otra víctima ha sido un trabajador de un horno industrial.
En este sentido, los que trabajan al aire libre o en espacios donde se registran temperaturas extremas -como un horno industrial, una cocina o una panadería- son otro de los colectivos con más riesgo. Por ello, la Generalitat recomienda a trabajadores y empresas que tomen medidas con el propósito de evitar víctimas mortales por el calor, Entre ellas, refrescarse regularmente, beber 2,5 litros de agua cada día y hacer comidas ligeras.
Un golpe de calor es mortal si no se trata con rapidez. Por ello, las autoridades sanitarias recomiendan acudir a un centro de salud al menor síntoma; los más habituales son sed intensa, temperatura corporal muy alta, náuseas y somnolencia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 2 de agosto de 2006