Elkhlifa Belkhoucha, de 34 años, conocida como Bourchara por sus amigos, fue detenida ayer como sospechosa del asesinato de su marido, Juan Ramón López Franca, de 54 años, que murió apuñalado en Alcalá de Henares la noche del pasado lunes en circunstancias todavía por esclarecer, según informó la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Bourchara declaró ayer ante la policía sin poder demostrar su inocencia y permanecerá en las dependencias de la comisaría de Alcalá.
La Policía Judicial investigaba el lunes en los contenedores cercanos al número 2 de la calle de Luis de Alcalá, en busca de pruebas, mientras el cuerpo de la víctima permanecía aún en el sexto B, el piso de su esposa. Sobre la víctima existía una orden de alejamiento que incumplía con el consentimiento de su mujer. Los vecinos del bloque de viviendas, que afirmaban ayer que no habían visto nada del apuñalamiento, aseguraron que los gritos y las peleas eran comunes entre la pareja.
La versión inicial dada por la policía indicaba que la víctima fue apuñalada en el abdomen en plena calle y subió al sexto piso, donde vivía junto a la detenida, desangrándose. Sin embargo, la policía no descarta que esa primera impresión sea falsa y que el apuñalamiento produjera en la casa. Los agentes, que acudieron a la casa después de que los médicos del Summa confirmaran la muerte del apuñalado, comprobaron como la sangre del piso había sido limpiada con lejía, supuestamente por la propia mujer. La esposa de López Franca aseguró en un primer momento que su marido llegó ensangrentado.
El interruptor del primer piso permanecía manchado de sangre dos horas después de que muriera Juan Ramón López. El aviso al teléfono de emergencias 112 se produjo a las 21.45 del lunes. Media hora después, Bourchara llamó llorando a su sobrino Jachim Kemmou, de 26 años, que acudió a la vivienda dos horas más tarde. Kemmou negó a los pies del portal que la pareja tuviera problemas y aseguró que iba a viajar a Marruecos junto a su tía el próximo viernes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 2 de agosto de 2006