Un mes después de la tragedia, la estación de Jesús, adonde se dirigía el metro que el 3 de julio descarriló, fue ayer el centro neurálgico de los 15 minutos de silencio convocados por los sindicatos de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) y la dirección de la empresa. El paro se siguió en toda la red de metro y tranvía de Valencia y Alicante.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de agosto de 2006