Tras la muerte de las boy bands, aquellos grupos salidos de un concienzudo casting, las adolescentes se quedaron huérfanas de fenómenos histéricos. Con el advenimiento de la serie OC y el ascenso de los indies en las listas, quedó claro que los nuevos héroes teenagers no podían ser tan blandos como Backstreet Boys o *NSYNC. La solución apareció con nuevas bandas que parecen un anuncio de fijador y se agrupan bajo la etiqueta de emo pop. Grupos como Fall Out Boy o Panic! At The Disco (mejor marca del año en lanzamiento de ropa interior en un concierto) arrasan en las listas y en los sueños húmedos de una generación cuyas madres tienen entradas para la gira que vuelve a reunir a Take That.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de agosto de 2006