No es un fenómeno nuevo, pero sí resulta sorprendente la enorme popularidad de las bandas de tributo. Se trata de grupos que reproducen en directo los temas, atuendos y poses de sus ídolos. U2, Springsteen, Beach Boys o Blondie, todos tienen imitadores oficiales, algunos, incluso, con la aprobación del grupo original. Con el precio de los conciertos por las nubes, el ritmo de edición de discos cada vez más lento y la paulatina muerte o retirada de las estrellas del rock, las bandas de tributo son un sustitutivo cada vez más frecuente, una alternativa a los dinosaurios que se han convertido en bandas de tributo a ellos mismos. Cerca de Perpiñán se celebró en junio un festival sólo con ellos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de agosto de 2006