Es el productor de algunos de los mayores éxitos del pop reciente (entre su lista de clientes están Britney Spears, Alicia Keys o The Rolling Stones), músico displicente, creador de coloristas firmas de ropa de calle y figura mediática en general. Pharrell Williams es una estrella de su tiempo, una estrella transversal. Por eso acaba de llegar a las tiendas In my Mind -su primer álbum en solitario- y a los quioscos, su primera gran campaña publicitaria para Louis Vuitton. La improbable alianza de un rapero macarra y bajito y la elitista moda francesa viene de atrás: apareció en la portada de Citizen K junto a Catherine Deneuve y diseñó la primera colección de gafas de Vuitton. Recuerden su nombre: aparecerá donde menos se lo esperen.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de agosto de 2006