1. En un mundo competitivo y globalizado como este en el que nos encontramos, el éxito o fracaso de la formación lo marca el mercado. Los últimos datos de que disponemos nos indican que aproximadamente el 60% de los jóvenes que se gradúan en Formación Profesional antes de un año están trabajando en la especialidad que han cursado y prácticamente una tercera parte prosiguen estudios universitarios, con una tasa de paro inferior al 6%. Estos datos son un buen indicador que confirma que los alumnos estan bien preparados. Sin embargo, creemos que se deberían mejorar las competencias transversales, enseñar a los jóvenes el trabajo en equipo, dotarlos de herramientas de liderazgo lateral, así como consolidar los conocimientos de otros idiomas.
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2. Estamos en el buen camino. Para asegurar la formación de jóvenes en las disciplinas que la empresa necesita, es imprescindible establecer alianzas y colaboraciones entre las empresas, las instituciones y los centros formativos y educadores.
3. Sin duda está creciendo y su progresión puede aumentar más si sabemos adaptar la formación a especialidades que la empresa precisa en nuevas tecnologías y cambiar la idea de que la FP es una formación de segundo nivel.
Joan Martorell es presidente de la empresa Gutmar, especializada en aeronáutica de precisión.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 7 de agosto de 2006