El mito dice que la elegancia, o el estilo, o el glamour, no se compran. El mito ha quedado obsoleto. Gwen Stefani, la rubia oxigenada de No Doubt, nos confirmó el año pasado que una buena lista de la compra con estilistas, productores, compositores y fotógrafos te sirve para convertirte en icono cool durante, como mínimo, una temporada. Nelly Furtado, canadiense de origen portugués y hasta ayer icono neohippy, renace como diva de la modernidad para el verano 2006 de la mano de un comando G de lujo formado por algunos ex colaboradores de la rapera Missy Elliot.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 7 de agosto de 2006