El ciclista Alberto Contador, del equipo Astana, fue ingresado ayer en el hospital General Yagüe de Burgos después de perder el conocimiento tras la disputa de la cuarta etapa de la Vuelta a Burgos, de 149 kilómetros, en la que llegó quinto. Cuando descendía en bicicleta hacia el autobús de su equipo, ya a seis kilómetros de la meta, Contador se desplomó. Entonces se dispararon todas las alarmas: el ciclista madrileño sufrió durante la Vuelta a Asturias 2004 una grave caída tras la que se le descubrió un cavernoma, una malformación congénita en una arteria del cerebro, de la que fue operado. Los médicos descartaron ayer que su accidente tuviera relación con aquella operación.
Una vez trasladado al hospital -al que llegó en ambulancia-, cuando ya se encontraba "consciente y bien", según fuentes cercanas al equipo médico que le atiende, Contador pasó un TAC que descartó cualquier relación entre el accidente y el cavercoma del que fue operado.
Los médicos y el equipo del ciclista intentaban ayer localizar a más testigos de su desfallecimiento, un ataque epiléptico según algunos espectadores. La razón: todavía no se sabe si Contador sufrió el ataque y luego se chocó con un espectador, o si todo ocurrió al revés. El ciclista permanecerá 24 horas en observación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 10 de agosto de 2006