Dirección: Silvia Quer
El suicidio de una antigua amante es la ocasión para que un apocado vendedor de casas visite la de la muerta y halle todo un tesoro en forma de cintas grabadas por la chica. Claustrofóbica, pero al tiempo hipnótica peripecia que bordea constantemente la surrealidad, es el debú en la dirección comercial de una conocida realizadora televisiva catalana.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de agosto de 2006