El Gobierno francés está dispuesto a revisar, a la baja, el calendario de obras para adaptar a la alta velocidad la vía entre Perpiñán y Montpellier, según explicó a este diario la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez. La ministra se entrevistó con diversos representantes del Ejecutivo francés días antes de la crisis del aeropuerto de El Prat. Uno de los asuntos tratados en esta entrevista fue el trazado de alta velocidad entre Perpiñán y Montpellier.
En origen, este tramo tendría que haber sido adaptado a la alta velocidad coincidiendo con la llegada del tren a la frontera francesa por el lado español, es decir, en 2009. No obstante, los franceses han dado prioridad a otros tramos y éste había ido sufriendo continuos aplazamientos. La última fecha que se daba como probable era 2020.
Esto significaría que el AVE llegaría hasta Perpiñán circulando a alta velocidad y también lo harían en los tramos que van de Montpellier a Lyón y de Lyón a París. En medio, sin embargo, quedaban otros dos tramos (de Perpiñán a Nimes y de Nimes a Montpellier) sin adaptar, por los que el AVE no podría superar los 200 kilómetros por hora.
Además, esta vía se encuentra ya al límite de la saturación. El tramo entre Perpiñán y Nimes admite 230 trenes por día y actualmente circulan por él unos 190, pero entre Nimes y Montpellier la circulación diaria ha alcanzado ya el máximo de 230.
La incorporación de nuevos trenes tendría, pues, serios problemas, sobre todo si se tiene en cuenta que la línea española de alta velocidad es mixta; es decir, está previsto que sea utilizada por trenes de viajeros y también por mercancías en número supuestamente muy superior. Esto es muy difícil con los grados actuales de saturación.
La entrevista de Magdalena Álvarez con representantes del Gobierno francés, explicó la ministra, ha servido para desatascar este problema y convencer a los franceses de que recuperen las fechas previstas inicialmente.
La línea de alta velocidad no es sólo un proyecto español o francés, sino que tiene el aval de la Unión Europea, que ha previsto ayudas para su construcción.
Con todo, resultará difícil que el tramo esté listo en 2009. En esa fecha, lo que sí entrará en funcionamiento, salvo imponderables, es el túnel pirenaico y el tramo hasta Perpiñán. Este túnel está ya horadado en un 40%, aproximadamente. Se trata de un túnel de peaje que evitará que los trenes tengan que cambiar de ancho de vía, como ocurre actualmente a los que van por Portbou.
El cambio de vías pueden hacerlo los de viajeros, pero no los mercancías.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 15 de agosto de 2006