Jorge Redondo Sánchez, de 28 años, bombero forestal de Castilla-La Mancha, sufrió a las cinco de la tarde de ayer quemaduras en el 50% de su cuerpo al caerle encima agua hirviendo cuando participaba en las tareas de extinción de incendios en Oia, cerca de Baiona (Pontevedra). El herido fue trasladado al hospital Povisa, de Vigo, según fuentes del Gobierno castellano-manchego.
Redondo estaba supuestamente manipulando el radiador de un vehículo autobomba para comprobar por qué se había calentado, cuando el agua hirviendo saltó a borbotones y le cayó en el vientre y en el pecho, según relataron varios testigos. El herido sufrió quemaduras de segundo grado. Anoche había sido estabilizado por los médicos. El herido está acompañado por el responsable del equipo desplazado a la comunidad gallega.
La víctima es ayudante de conductor de una motobomba de una brigada contraincendios, sufragada por la Junta de Castilla-La Mancha para hacer frente a las incidencias durante los nueve meses del año en que esa región padece una mayor sequía. Redondo, que reside en Ciudad Real, se ofreció voluntario para ayudar a sus compañeros al desencadenarse los incendios en Galicia.
El herido es uno de los 60 voluntarios trasladados a Galicia. Responsables de la Consejería de Medio Ambiente se trasladaron anoche a Vigo para interesarse por la evolución del accidentado.
La oleada de incendios en Galicia se ha cobrado, por el momento, cuatro vidas (una enfermera y su madre que viajaban en un coche cuando fueron cercadas por las llamas y el humo, y dos septuagenarios que intentaban apagar sendos incendios).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 15 de agosto de 2006