EL PAÍS publicó el 8 de agosto un artículo firmado por Paul Kennedy en el que el autor defendía la salida estadounidense de Irak. Para argumentarlo, Kennedy expone que, antes de aceptar la "teoría catastrófica" sobre una retirada, es conveniente examinar algunos ejemplos anteriores de "retirada imperial". Para ello, cita la salida británica de India (que avisó con 15 meses de antelación a las distintas facciones), la francesa de Argelia y la norteamericana de Vietnam. La decisión, afirma, acabó siendo beneficiosa para los países que se replegaban.
Por último, Kennedy se pregunta si "trabajarán los iraquíes dentro de este marco temporal
para obtener un acuerdo decente y poner fin al derramamiento de sangre. Una vez liberados del sumidero iraquí, podríamos gozar de mayor flexibilidad para perseguir los objetivos estadounidenses en Europa, África, Latinoamérica y Asia". "Irak", afirma el autor, "no merece la vida de otro pelotón del cuerpo de marines".
Yo me pregunto: 1) si es preciso comparar una retirada americana con una descolonización; 2) si, en ese caso, EE UU es una metrópoli; 3) si analizar únicamente los beneficios para EE UU de retirarse de una guerra que no ha hallado los motivos de sí mismas (las armas de destrucción masiva) es acertado; 4) si, en ese caso, es un ejemplo del altruismo democratizador estadounidense.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de agosto de 2006