Para interpretar correctamente la política cubana de estos últimos 50 años hay que tener en cuenta las condiciones de excepcionalidad en que se desenvuelve el país, y esto es algo que también reconocen los críticos de la revolución cubana. Las condiciones de guerra fría, primero, y el brutal bloqueo económico impuesto después por EE UU no han permitido al Gobierno cubano más que sucesivos ensayos y reajustes defensivos dentro de un marco de supervivencia numantina.
La historia de los neoliberales y del capitalismo no absolverá a Fidel por haber nacionalizado las compañías petroleras estadounidenses, por haber realizado la reforma agraria o por colaborar con el pueblo angoleño en sus luchas de liberación. Pero la historia vista desde el Tercer Mundo, la de los no alineados y los desposeídos, justificará sin duda la existencia de una minúscula y orgullosa isla erguida junto a las fauces del dragón. Esta historia absolverá a los hombres imperfectos que con muchos errores intentaron, y lo siguen haciendo, construir otra sociedad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de agosto de 2006