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Protesta vecinal en Port Saplaya por el ruido de una carpa municipal

Más de 150 personas han firmado un escrito de protesta remitido al Ayuntamiento de Alboraia con motivo del ruido generado por una carpa municipal instalada en el complejo residencial de Port Saplaya, a pocos metros del mar. Vecinos y veraneantes denuncian la contaminación acústica que sufren todas las tardes, sobre las 18 horas hasta las 21, debido al alto volumen de la música de ambiente que acompaña las actividades deportivas y lúdicas desarrolladas en la Carpa Jove.

A pesar de que se ha pedido en varias ocasiones que se baje el volumen a los responsables de la instalación e incluso se ha denunciado la situación a la Policía Local de Alboraia, gobernado por Manuel Álvaro, del PP, la música continúa martilleando los oídos de los residentes, explicó ayer Manuel de Ramón, uno de los afectados. Buena parte de los vecinos debe cerrar las ventanas de sus casas, pese al calor reinante, o marcharse durante la sesión musical para evitar el ruido. Entre ellos, se encuentra un familiar directo de unos de los fallecidos en el accidente del Metro de Valencia del pasado mes de julio.

"Mientras que en Francia, por ejemplo, está prohibido incluso poner un radiocasete en la playa, aquí el Ayuntamiento no hace nada por el descanso de los vecinos", comentó De Ramón.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de agosto de 2006