El director general ejecutivo del Espanyol, Pedro Tomás, anunció ayer, tras el partido, que antes de que comenzara envió un escrito de denuncia a la federación, a la FIFA y al Barcelona, diciendo que la alineación de Xavi y Puyol vulneró el reglamento de la FIFA.
Tomás no aclaró si con su protesta pretende impugnar el partido pero alegó que la alineación del Barcelona fue incompatible con el dictamen del médico de la federación, Genaro Borrás, que el lunes pasado consideró a Xavi y a Putyol inhábiles para disputar un partido amistoso con España, el miércoles. "Jugadores convocados por su selección y que no pueden jugar con ella debido a lesiones certificadas por un médico tampoco pueden jugar con su equipo en los cinco días siguientes a la disputa de los partidos internacionales", alegó Tomás.
Visto el revuelo en los despachos y las peleas entre hinchas fuera del estadio, la velada sólo fue pacífica en el terreno de juego. A las ocho de la tarde, en las proximidades de las piscinas Picornell, contiguas al estadio de Montjuïc, los grupos radicales del Espanyol -las Brigadas Blanquiazules- y del Barça -los Boixos Nois- se encontraron y se zurraron. Unos 40 radicales del Barça y unos 60 del Espanyol, según la policía, participaron en la riña, que se prolongó hasta que llegaron los Mossos. Las fuerzas de seguridad disuadieron la bronca, practicaron diez detenciones y decomisaron varias armas blancas. La pelea se saldó con cuatro heridos por quemaduras leves.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de agosto de 2006