Puede que el de Chanel sea el más famoso, pero esta temporada no es, desde luego, el único. Los bolsos acolchados son una tendencia tan improbable como curiosa. Porque la técnica se despoja de sus connotaciones habituales (deportivas si aparecen en un abrigo, recalcitrantemente clásicas, en el bolso de Coco) y se convierte en algo moderno, juvenil y divertido. En una irónica vuelta de tuerca, son las más jóvenes quienes llevan el modelo Stam, de Marc Jacobs, o la colección Icons, de Burberry (en la foto). Almohadillados y cargados de dorado, su toque rancio parece pensado para contentar a conservadoras abuelas y, por eso, lo llevan con gusto díscolas veinteañeras.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de agosto de 2006