La balanza de pagos de la zona euro arrojó un saldo positivo de 4.000 millones de euros en julio. Una cifra que mejora los 2.500 millones de déficit que se registraron en el mismo mes del año anterior, según los datos que ayer facilitó el Banco Central Europeo.
El resultado positivo se logró por el excedente en mercancía (2.500 millones), servicios (2.300) e ingresos (2.200). En el otro lado, se inscriben las transferencias corrientes, con un saldo negativo de 3.000 millones, apunta el órgano regulador.
En términos interanuales, la balanza de pagos arroja números rojos. Entre junio del año pasado y el mismo mes de éste, el déficit acumula 44.100 millones, un 0,5% del producto interior bruto. El dato contrasta con el resultado positivo del año anterior de 26.400 millones.
Estas cifras se explican por el descenso del superávit en mercancías de 56.000 millones, puesto que las importaciones aumentaron a mayor velocidad de lo que lo hicieron las exportaciones. En el aspecto financiero, las inversiones directas y por cartera registraron en junio una entrada de capital neto de 63.000 millones, un 34,4% menos que el junio de 2005. También el déficit de las rentas y las transferencias contables aumentó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de agosto de 2006