Soy trabajadora forestal y "semiprofesional" de extinción de incendios forestales (digo semi por los cuatro meses de campaña, ya que la Junta de Castilla y León no permite profesionalizar la lucha contra incendios forestales); y así, claro, acabaremos como en Galicia, dado el asqueroso estado en que se encuentran los montes en esta comunidad, llenos de materia vegetal procedente de podas y aclareos, lo cual constituye potenciales polvorines. Si no me creen, les invito a dar una vuelta por los montes públicos del valle del Tiétar. Eso sí que es una negligencia.
Es vergonzoso que la junta castellano-leonesa permita el uso de maquinaria de riesgo como motosierras y desbrozadoras durante la campaña de verano, cuando en realidad esto hay que hacerlo en invierno. Los trabajadores forestales estamos hartos de repetir que la prevención se realiza en invierno y las extinciones en verano, a no ser que a alguien le interese lo contrario, ver cómo arden los bosques, contribuyendo a la despoblación de las zonas rurales. Parece ser que en España sólo interesa la cultura del ladrillo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de agosto de 2006