Aunque Honda, Mazda y la propia Nissan lanzaron ya en los años noventa modelos con dirección a las cuatro ruedas (4WS), el sistema no caló y terminó por desaparecer del mercado. Hoy día vuelve a considerarse, entre otras cosas porque los avances de la electrónica permiten ampliar sus funciones y mejorar su eficacia. Ahora, por ejemplo, puede comunicarse con el control de estabilidad ESP para reforzar la seguridad activa del vehículo y también aplicar giros distintos en las ruedas traseras según la velocidad y otros parámetros dinámicos. Varias marcas europeas, como BMW, Audi y Bentley, están analizando sus posibilidades. Y Nissan retoma el dispositivo y ha anunciado que lo incluirá en un nuevo deportivo que se lanzará en dos años en Japón y llegará más adelante a Europa. La propuesta de la marca oriental tiene un funcionamiento variable, apenas incide en el peso del coche y aporta tres ventajas principales: simplifica las maniobras de aparcamiento, potencia la agilidad en los tramos virados y aumenta el aplomo a alta velocidad.
Por otra parte, Nissan ultima también un radar de distancia que mejora el confort y la seguridad al viajar por autopista. A diferencia de los actuales, se activa al arrancar el coche sin que el conductor tenga que hacer nada y puede funcionar solo, sin depender de otros sistemas como el control de velocidad. Si se reduce la distancia de seguridad frente a los vehículos que circulan por delante, el radar alerta al piloto activando las alarmas visuales y acústicas en el interior para que frene. Y si éste no responde (por somnolencia o distracción), empuja el acelerador hacia arriba para ayudarle a reaccionar.
Nissan lanzará el sistema en Japón a finales de este año, pero no tiene previsto ofrecerlo en Europa, al menos por el momento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de agosto de 2006