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EL ENIGMA

Un atajo de ideas estéticas

Típica tercera pregunta de examen: qué es lo bello y poner dos ejemplos. Lleva mala uva la tercerita, porque cualquier teoría estética que uno ponga en pie queda refutada al instante por los dos ejemplos. Lo bello es el signo de lo saludable, por ejemplo el sol de mediodía y Kate Moss. La belleza lo es en tanto acto de renacer, por ejemplo el sol del crepúsculo y un saco lleno de flores secas tirado a la basura. Llamamos bello a lo que se parece a nosotros, por ejemplo la Vía Láctea y nueve bodegones seguidos de Juan Gris. La estética es una manipulación cultural, por ejemplo el olor a podrido y 20 martillos neumáticos. Mira, prefiero que me pongan una integral sin solución, te lo digo con toda franqueza.

A esa edad difícil en que uno siempre busca autoridades -no como ahora, que ellas le buscan a uno-, le di una lectura al bies a Lo bello y lo sublime, donde Kant aborda la tercerita. Teoría estética no recuerdo ninguna, pero nunca olvidaré aquel consejo que enderezó mi vida: si eres bajito no vistas con mucho perifollo. Eso me vino genial, Manu, lo que se dice de Königsberg. También se me grabó que Russell, tras destrozar a hachazos todas las ideas estéticas desde los epicúreos hasta los raëlianos, resolvió la jugada con la célebre finta Bertrand: bello es lo que agrada a un ciudadano de buen gusto que esté en su sano juicio en ese momento. ¡Russell, ponga dos ejemplos! "Pues la escena de cacería de mi salón y el Yorkshire pudding". Que me traigan la integral.

¿Qué es lo bello, entonces? Mi teoría favorita es la de Jorge Wagensberg, que viene a decir: un blues es comprensible porque en él resuenan los demás blues -las armonías externas que le ponen nombre-, pero es bello porque sus partes resuenan entre sí. La belleza está hecha de armonías internas y encarna una especie de segundo significado que no podemos entender, pero sí sentir hasta el dolor.

De ahí mi siguiente pregunta: mientras nuestro cuerpo evolucionaba del mono, ¿cómo evolucionaba nuestro buen gusto russelliano? Y poner dos ejemplos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 27 de agosto de 2006