"Haremos cumplir la ley". La consejera de Salud, Marina Geli, advirtió ayer de que su departamento será tajante al aplicar la ley antitabaco a partir del viernes. Ese día finaliza el plazo que los propietarios de restaurantes y locales de ocio tienen para aislar zonas destinadas a fumadores. No habrá periodo de gracia porque, a juicio de Geli, "ha habido tiempo suficiente" para hacer las reformas. Más aún: se incrementará el número de inspecciones en los establecimientos para comprobar que actúan de acuerdo con la ley, recalcó el director general de Salud Pública, Antoni Plasència.
La nueva normativa obliga a los bares, restaurantes y discotecas -los de más de 100 metros cuadrados que hayan decidido permitir fumar- a separar físicamente las zonas de fumadores de las de no fumadores mediante "tabiques enteros", señaló Plasència. Quienes no realicen las obras oportunas, estarán obligados a considerar su local como libre de humos. Geli dijo que los propietarios se equivocan si evitan las reformas porque piensan que, en el futuro, la prohibición será total. La consejera rechazó que se vaya a reabrir el debate en torno a los locales de más de 100 metros cuadrados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de agosto de 2006