El informe Las mujeres invisibles, hecho público ayer por UGT, pone de relieve la elevada cifra de personas cuidadoras informales -mujeres en el 83% de los casos (8 de cada 10)- que se encargan de personas dependientes, mayoritariamente ancianos pero también de personas con discapacidades.
De acuerdo con datos del sindicato, en el año 2005 había en Cataluña el 4,7% de la población (330.000 personas) en situación de dependencia, de las que 309.000 eran gente mayor y 21.000, población con algún tipo de discapacidad. El informe muestra que del total de 330.000 personas dependientes, sólo el 16,8% (55.503 personas) está atendido por los servicios sociales. El resto, 274.497 (83,2%), tiene que buscar ayuda dentro de la familia.
El perfil del cuidador informal es de una mujer casada (77%), entre 45 y 64 años (70%), sin formación para la tarea de cuidadora (93%) y motivada por la obligación moral de cuidar al familiar (90%). "Actualmente, unas 228.000 mujeres hacen lo que no hacen los servicios sociales", aseguró Carme Simarro, secretaria de Política de Mujeres e Igualdad de UGT.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de agosto de 2006