El PP aumentó ayer en el Congreso su nivel de crítica al Gobierno por la gestión de la crisis migratoria en Canarias. La diputada María Salom acusó directamente al presidente José Luis Rodríguez Zapatero de haber convertido a España en el "coladero de Europa" y de "agravar el problema" al "publicitar con mucha antelación que se iba a poner en marcha un proceso de regularización masiva de inmigrantes" que ha provocado un efecto llamada.
Otros grupos, especialmente, Coalición Canaria, ERC e IU-ICV, criticaron la gestión del Ejecutivo pero en ningún momento se sumaron a la teoría del efecto llamada. De hecho, todos los grupos, salvo el PP, reclamaron sacar este asunto de la batalla entre partidos. CiU propuso un pacto de Estado que el PSOE acogió con agrado, aunque lo hacía mientras criticaba la gestión migratoria del PP. El socialista Antonio Hernando recordó que su partido promueve sin éxito un pacto de Estado de inmigración desde 2000. La representante popular no llegó a rechazar directamente este acuerdo, aunque no recogió el guante y sólo encontró una solución al problema: que el PP vuelva a gobernar para resolverlo "como hizo con el 25% de paro" que el PSOE dejó "como herencia". Hernando le contestó recordándole que la ola migratoria también llega a Lampedusa (Italia), y por tanto es "ridículo" tratar de explicarla con un efecto llamada por la política de Zapatero.
La diputación permanente del Congreso, reunida por cuarta vez en agosto, acordó por unanimidad que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, comparezca el jueves para dar explicaciones sobre la crisis en Canarias. Jesús Caldera, responsable de Trabajo y Asuntos Sociales, acudirá la próxima semana.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de agosto de 2006