Al menos 16 personas resultaron muertas y 47 heridas por un ataque suicida ocurrido ayer en un céntrico mercado de Lashkar Gah, capital de la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán. Entre los casi 50 heridos figuran 20 niños y varias mujeres. El terrorista que portaba la bomba murió en el acto.
El pasado sábado, 10 talibanes murieron en enfrentamientos con la policía en el distrito de Musa Qala, también en Helmand, donde los insurgentes islamistas atacaron un edificio gubernamental. Al día siguiente murió un soldado británico de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), que opera bajo mando de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en un ataque de insurgentes, lo que eleva a ocho el número de militares del Reino Unido fallecidos este mes en Afganistán.
Alrededor de 2.000 personas, la mayoría insurgentes islamistas, pero también trabajadores sociales, policías y soldados afganos y más de 90 militares extranjeros, han muerto en lo que va de año en Afganistán, en una espiral de violencia en la que se mezclan opositores políticos, fuerzas internacionales de pacificación, tráfico de drogas y guerras internas entre tribus mafiosas.
El de ayer es uno de los atentados más graves contra la población civil de los perpetrados en los últimos meses en Afganistán. Hace tres semanas, al menos 21 personas murieron por la explosión de una bomba portada por un suicida al paso de una patrulla de la OTAN en la provincia de Kandahar. El aumento de la violencia en el sur afgano coincide con el relevo de las tropas de la OTAN, que sustituyen a las de EE UU, estacionados en el país durante los últimos años.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de agosto de 2006