Dos civiles afganos murieron y otro resultó herido ayer en un ataque suicida contra un convoy de la OTAN, en la provincia de Kandahar, al sur del país. Un atacante suicida hizo estallar su vehículo, lleno de explosivos, al aproximarse al convoy de las fuerzas internacionales, en la carretera que une el aeropuerto de Kandahar, la mayor base extranjera de la zona y la ciudad, según la policía afgana.
Sin embargo, el atacante perdió su blanco y chocó su furgoneta contra un coche civil que viajaba cerca del convoy, lo que causó la muerte de dos de sus ocupantes y heridas a un tercero, que también viajaba en el vehículo. El autor del atentado también murió en el acto.
Un portavoz de la OTAN declaró ayer que ninguno de sus soldados resultó herido en la explosión de Kandahar. El ataque que se produjo horas después de otro en el centro de la capital, Kabul, al paso de un coche en el que viajaban soldados franceses; ninguno de ellos resultó herido en la explosión.
Estos últimos ataques ocurren un día después de que otro atentado suicida causara la muerte de al menos 16 civiles, incluyendo varios niños, y más de 47 heridos en un concurrido bazar en la provincia de Helmand, al sur del país, vecina de Kandahar y la principal área de producción de droga. Alrededor de 2.000 personas, la mayoría de ellos talibanes, pero también civiles, soldados afganos y 90 uniformados extranjeros han muerto este año en distintos atentados y disturbios en Afganistán.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 30 de agosto de 2006