Catorce soldados británicos murieron ayer al estrellarse un avión de la OTAN en el sur de Afganistán, según informó el Ministerio británico de Defensa. Las víctimas son 12 miembros de la Fuerza Real del Aire, un miembro de la Armada Real y un soldado del Ejército, precisó el Ministerio.
Mientras que las autoridades británicas y de la OTAN afirman que el aparato, que pertenece a la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), se estrelló debido a "un fallo mecánico", los talibanes afganos aseguraban haberlo derribado. La BBC afirmaba anoche que el aparato era un avión de tipo Nimrod MR2.
El accidente se produjo a las 4.00, hora local (las 13.30, en la España peninsular), a unos 20 kilómetros al oeste de Kandahar, en el sur de Afganistán. El ministro británico de Defensa, Des Browne, calificó la noticia de "espantosa". Browne rehusó precisar la causa de la tragedia, al señalar que no era "momento para especulaciones", pero insistió en que, "a estas alturas, todo indica que se trata de un terrible accidente y no del resultado de una acción hostil".
Treinta y seis militares británicos han muerto desde la ocupación de Afganistán por parte de la coalición liderada por EE UU en 2001, 21 de ellos desde el pasado agosto. Reino Unido, que asumió en mayo pasado el mando de la ISAF, tiene desplegados 4.000 soldados en el sur afgano.
Esa región es especialmente peligrosa porque en ella operan talibanes, terroristas internacionales y traficantes de drogas. Las fuerzas afganas y de la ISAF lanzaron ayer una amplia ofensiva en la región. La Operación Medusa pretende "liberar Panyawi [un distrito de Kandahar] de la amenaza de los talibanes", según declaró a France Presse el comandante Scott Lundy, portavoz de la ISAF.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 3 de septiembre de 2006