Tres días después de que 15 jóvenes dieran una brutal paliza al gambiano Bakari D., de 32 años, policía y Ayuntamiento de Sabadell insisten en no vincular la agresión a motivos racistas porque la investigación sigue abierta. Según el concejal de Seguridad Ciudadana, Ramon Burgués, desde el consistorio, "tan sólo podemos solidarizarnos con las víctimas y ofrecerles apoyo legal, psicológico y poner a su disposición todos los servicios y recursos".
Burgués sostiene que "si la policía no lo vincula a un ataque racista, hacerlo nosotros sería un atrevimiento". Sea como fuere, el Ayuntamiento, añade el concejal, "condena la agresión, independientemente del origen o motivación del ataque", y precisa: "hay que erradicar todo tipo de violencia". El portavoz municipal asegura que el consistorio lleva años trabajando con las víctimas de agresiones de grupos neonazis y que "se han conseguido cosas". Por ejemplo, señala, "los jueces no pueden echarse atrás cuando otras veces lo habían hecho por defectos de forma en las denuncias".
"En la última ocasión se consiguió una multa de 120 euros [el edil se refiere al presidente de una asociación de vecinos amenazado de muerte por neonazis]", ilustra.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 6 de septiembre de 2006