El fiscal general de California Bill Lockyer considera que hay indicios de delito en las actuaciones de la compañía Hewlett-Packard al contratar detectives para averiguar la procedencia de las filtraciones de información confidencial sobre los asuntos que se trataban en su Consejo de Administración.
Lockyer considera que es pronto para establecer responsabilidades mientras investiga la utilización por parte de la compañía de investigadores privados que han obtenido grabaciones de conversaciones telefónicas de miembros del consejo utilizando identidades falsas. "Parece que se ha cometido un delito, estamos convencidos de ello", señaló ayer Lockyer en una entrevista telefónica. Pero mostró sus dudas acerca de la gravedad del mismo, de los culpables y de los conocimientos que éstos tuvieran al respecto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 8 de septiembre de 2006