En Francia, la ley del velo prohíbe que las chicas musulmanas usen esta prenda en los centros públicos. Particularmente, me parece un contrasentido que no se permita el velo islámico y, en cambio, esté permitida la indumentaria punk o llevar la barriga al aire.
En España, los laicistas también están pidiendo una ley similar que suprima los signos religiosos en los centros sostenidos con fondos públicos. Lógicamente, no quieren ni velos ni cruces. Esto supone muy poco respeto al derecho de los padres que eligen algunos centros concertados precisamente porque desean educar a sus hijos de acuerdo con un sentido religioso de la vida, expresado entre otras cosas por esos símbolos.
Y la educación según un ideario cristiano, propia de muchos centros concertados, es un derecho constitucional. Por otro lado, en su día, la Federación Internacional de Derechos del Hombre de Helsinki (FIH) se pronunció sobre la citada ley del velo con la siguiente declaración: "Llevar prendas de vestir y signos de carácter religioso puede formar parte integral de la libertad de manifestar la propia religión. No le corresponde al Estado determinar qué manifestaciones son legítimas cuando no violan los derechos humanos fundamentales de otras personas o no ponen en peligro la seguridad pública, la salud o las buenas costumbres".
Convendría que la tuvieran en cuenta, tanto los laicistas como el Gobierno. Por si acaso.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 8 de septiembre de 2006