Cuatro encapuchados vestidos de oscuro y armados con pistolas asaltaron la madrugada del viernes un chalé de Medinyà (Gironès). El matrimonio que residía en la casa recibió culatazos y fue obligado a abrir la caja fuerte. Los asaltantes, presumiblemente originarios de la Europa del Este, obtuvieron un botín de entre 4.000 y 6.000 euros en metálico.
El propietario de la vivienda, Alfredo Porrera, se despertó hacia las cuatro de la madrugada alertado por los ruidos y por una luz que parecía proceder de una linterna. En seguida cayó en la cuenta que una persiana automática de la vivienda estaba abierta, pero no pudo cerrarla porque unas ramas lo impedían. Fue en este momento cuando cuatro encapuchadados se introdujeron rápidamente en el interior de la vivienda y, sin mediar palabra, empezaron a golpearle violentamente con la culata de sus pistolas.
Mientras uno de los asaltantes no dejaba de vigilarlo, los demás se dirigieron al dormitorio para despertar a su mujer. Tras encañonarla, le reclamaron que abriera la caja fuerte del domicilio. La mujer, que también recibió algunos golpes y empujones pero no resultó herida, acabó accediendo a las reclamaciones de los asaltantes.
El dueño de la casa cuenta que los agresores se dirigían a ellos a gritos, con una actitud muy amenazante e intimidatoria, intentando hacerse entender usando algunas palabras italianas. No obstante, las víctimas del asalto tienen el convencimiento de que no se trataba de italianos, sino de personas del Este de Europa, puesto que la lengua que usaban entre ellos era diferente.
20 puntos de sutura
Los golpes que recibió el vecino de Medinyà en la cabeza le causaron una fisura craneal y heridas que hicieron necesarios unos 20 puntos de sutura.
Sorprendentemente, cuando los ladrones consiguieron acceder a la caja fuerte, desecharon los dólares y los francos suizos que había en su interior y se llevaron únicamente los euros.
El término de Sant Julià de Ramis-Medinyà, situado en la salida norte de Girona, está especialmente sensibilizado con los asaltos violentos a viviendas, puesto que algunas de sus urbanizaciones han sido el objetivo de estas bandas de ladrones. La predilección de los ladrones por esta zona induce a pensar que el nudo de comunicaciones existente les facilita la huida. El complejo del Golf Girona ya ha decidido cerrar y controlar las carreteras de acceso durante la noche.
La pasada semana, unos ladrones silenciosos se introdujeron de noche en otra vivienda de Medinyà y, tras abrir un bolso, cogieron las llaves del coche familiar y lo robaron. También en poblaciones cercanas como Vilademuls se han registrado robos de ladrones silenciosos. La propia alcaldesa del municipio, Dolors Rovirola, ha sido una de las perjudicadas, ya que los ladrones silenciosos le robaron joyas y dinero.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 13 de septiembre de 2006