El Chelsea de los galácticos, de Ballack, Shevchenko, Drogba y Lampard, abrió la lata del Werder Bremen alemán y ganó su primer partido del grupo A -en el que también está el Barça- gracias a un obrero que compró a precio de artista, Essien, que marcó el primer tanto del equipo de Londres tras un barullo en la corona del área. Luego llegaría el turno del alemán Ballack, que logró el segundo gol de su equipo, de penalti. (2-0)
Precisamente el ex equipo de Ballack, el Bayern de Múnich, empezó su andadura en la Champions goleando. Su público, enfadado por su mal juego ante el Spartak de Moscú, en el Grupo B, le despidió en el descanso con una sonora pitada. No se sabe si eso espoleó al equipo alemán. Sí se sabe que nada más reanudarse el partido Pizarro marcó el primero de los locales. Luego llegaron otros tres, con el equipo de Magath aprovechando al contraataque los huecos que dejó un Spartak volcado en la misión imposible del empate (4-0).
Sólo uno de los grandes europeos falló en el estreno de la Champions. El Inter, inmerso en el Grupo B y gran favorito para ganar el calcio esta campaña, perdió con un gran gol en contra del portugués Caneira, que llegó este verano al Sporting de Lisboa procedente del Valencia (1-0).
El otro equipo italiano que competía anoche, el Roma, encuadrado en el grupo D, el mismo del Valencia, no tuvo tan mala suerte. A partir de mediada la segunda parte consiguió golear al Shakhtar ucranio con tantos de Taddei, Totti, De Rossi y Pizarro (4-0).
El Liverpool de Rafa Benítez, por su parte, empató sin goles contra el PSV holandés. Koné lanzó un trallazo contra el larguero de la meta defendida por Reina nada más empezar el partido. Y Farfán pudo darle la victoria a los de Koeman cuando el partido echaba el cierre. Al final, todo teminó en empate (0-0), el mismo resultado que cosecharon el Galatasaray turco y el Girondins francés.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 13 de septiembre de 2006