Éstos son algunos fragmentos del discurso que el presidente de EE UU George W. Bush, pronunció en la madrugada de ayer:
- Guerra contra el terrorismo. EE UU no quiso esta guerra, y todos los estadounidenses desean que se acabe. Yo también. Pero no ha concluido; no concluirá hasta que alguien venza, nosotros o los extremistas. Si no les vencemos ahora, serán nuestros hijos los que se enfrentarán a un Oriente Próximo dominado por Estados terroristas y dictadores radicales con armas nucleares. Esta guerra determinará el curso del nuevo siglo y decidirá el destino de millones en el mundo.
- Lecciones. Estamos más seguros, pero aún no del todo. Hemos aprendido mucho sobre el enemigo. Sabemos que es malvado y mata sin misericordia, pero con un propósito; sabemos que la red de extremistas tiene una visión perversa del islamismo, que son totalitarios [y] odian la libertad.
- Irak. Se me pregunta a menudo por qué estamos en Irak si Sadam Husein no fue responsable de los ataques del 11-S. La respuesta es que el régimen de Sadam era una amenaza clara. Mi Gobierno, el Congreso y la ONU vieron la amenaza, y después del 11-S, el régimen de Sadam representaba un peligro que el mundo no podía dejar que continuara.
- Errores. Sean cuales sean los cometidos en Irak, el peor sería pensar que si nos retiramos, los terroristas nos dejarán en paz. Bin Laden llama a esta lucha la Tercera Guerra Mundial, y dice que la victoria para los terroristas en Irak significará "la derrota y desgracia" de EE UU "para siempre". Si cedemos, nuestros enemigos se envalentonarán, obtendrán un nuevo refugio, utilizarán los recursos de Irak para promover su movimiento. No permitiremos que esto suceda.
- Futuro. Nos espera un difícil camino. Ganar esta guerra requerirá los esfuerzos decididos de un país unido. Debemos poner de lado nuestras diferencias y trabajar juntos para hacer frente a la prueba que la historia nos ha planteado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 13 de septiembre de 2006