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Hillary Clinton barre en Nueva York

Tan cantado estaba su triunfo que la senadora Hillary Clinton renunció el martes por la noche al tradicional festejo para celebrar su victoria, que alcanzó al 83% de los demócratas que votaron para designar candidatos a uno de los dos escaños que el Estado de Nueva York tiene en el Senado.

Su oponente, Jonathan Tasini, del ala izquierda del partido y con posiciones muy críticas con la guerra de Irak, no pudo hacer nada. Aunque la maquinaria del equipo de Hillary -senadora desde hace seis años- es impresionante, y el trabajo que ha llevado a cabo desde que está en el Capitolio no dejaba lugar a dudas sobre el resultado, el porcentaje demuestra la escasa influencia real que tienen en los votantes demócratas los blogs y el ala izquierdista del partido, que han puesto la proa contra Hillary.

También en Nueva York logró otro 81% Eliot Spitzer, que tiene grandes posibilidades de ser gobernador del Estado en noviembre, un puesto que ocupa el republicano George Pataki.

Otra elección muy significativa, en el campo opuesto, es la del senador republicano Lincoln Chafee en Rhode Island. Chafee ha criticado sin tapujos la política de Bush en Irak. A pesar de ello, el aparato del partido decidió apoyarle.

Cuando cada escaño es vital -de los 33 que están en juego, los demócratas necesitan conservar todos los que tienen y ganar cinco más si quieren controlar el Senado- es explicable la decisión de la Casa Blanca de respaldar al incómodo Chafee.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de septiembre de 2006