Sarkozy, el ministro del Interior de Francia, arremetió contra España por no asumir las "consecuencias" de la "regularización masiva" de inmigrantes ilegales y el consecuente efecto llamada. "No se le puede decir a Europa que decides regularizar por tu cuenta a 500.000 inmigrantes clandestinos y luego pedir socorro cuando se trata de asumir las consecuencias". Sarkozy sostiene la misma tesis que el PP. Lo que no sabemos es lo que hubieran hecho Sarkozy y el PP con aquellos 500.000 inmigrantes, ¿dejarlos en el limbo legal? Si España pide ayuda es porque su situación geográfica hace que los inmigrantes recalen en ella y no en otro lugar. Cuando a la política se le quita humanidad es entonces cuando se producen los dramas humanos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de septiembre de 2006