El bailaor y coreógrafo sevillano Israel Galván, último Premio Nacional de Danza, repone dos de sus trabajos en esta Bienal, Arena y Tabula rasa, además de coreografiar otra obra, La francesa, para su hermana Pastora Galván. Sus propuestas, que él mismo define como un baile "dificil y sin concesiones", están entre los primeros espectáculos cuyas entradas se han agotado. "En Arena -que podrá verse hoy en el teatro Central- no hay un cambio muy radical, tan sólo he depurado la coreografía", explicó ayer Israel Galván. Sin embargo, el director artístico del montaje, Pedro G. Romero, precisa que cada uno de estos pequeños cambios supone un gran trabajo de ajuste para los músicos. En Arena, con el mismo formato de una corrida de toros y en el que cada una de las seis coreografías es un reto, colaboran con Galván los cantaores Miguel Poveda y Diego Carrasco, entre otros. En Tabula rasa, el montaje más atrevido del artista sevillano que podrá verse el día 17 en el Central, Galván baila durante 40 minutos sin música.
Por otra parte, la Bienal abre esta noche su espacio más tradicional, el escenario al aire libre de Hotel Triana, con un recital de los cantaores La Susi y El Potito, que contarán con las guitarras de El Paquete, Pedro Sierra, José Luis Rodríguez y Diego del Morao.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 15 de septiembre de 2006