"Ningún interés, subrayo: ninguno, en Italia". El presidente de Telefónica, César Alierta, respondió así al ser preguntado por un posible interés de la compañía por TIM, la división de telefonía móvil de Telecom Italia, cuyo Consejo de Administración acaba de aprobar la segregación.
El presidente de Telefónica se remitió a una reciente reunión con analistas celebrada en Valencia, donde aseguró que las únicas operaciones previstas hasta 2007 son adquirir el 50% que le falta de Vivo, el mayor operador de telefonía móvil de Brasil, cuyo capital comparte con Portugal Telecom, y aumentar del 5% al 10% la participación que tomó en China Netcom. Las compras del grupo están limitadas a un máximo de 1.500 millones de euros hasta finales de 2007.
Alierta también negó cualquier interés por Al-pi, el operador de telecomunicaciones para empresas fruto de la mayor privatización realizada por CiU. El 75% del capital es propiedad de France Telecom y el 25% que permanece en manos de la Generalitat está en venta tras la salida de Esquerra Republicana del tripartito catalán. "Estamos muy bien como estamos", dijo Alierta, "tenemos la mejor red".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 15 de septiembre de 2006