Cuatro de las escuelas catalanas que tuvieron que suspender las clases el miércoles o el jueves por los daños que provocó el temporal de lluvias siguen cerradas, lo que obligó ayer a 2.300 niños a quedarse en casa. Una portavoz del Departamento de Educación explicó que los alumnos reanudarán las clases el próximo lunes, ya que se aprovechará el fin de semana para reparar los desperfectos que ha causado el agua.
Tres de los centros que se han cerrado están en la ciudad de Tarragona, concretamente, en el recinto de la antigua Universidad Laboral. Son los institutos de educación secundaria Pere Martell y Cal·lípolis, y la escuela de educación especial Solc. En ellos están escolarizados más de 1.800 estudiantes.
También se quedaron sin clase los más de 450 alumnos de infantil y primaria de la escuela Onze de Setembre de Sant Quirze del Vallès.
Ayer pudieron abrir sus puertas dos escuelas que tuvieron que cerrar por las inundaciones: el colegio público Ruiz Amado, situado en Castelló d'Empúries (Alt Empordà), y la escuela Can Clavellas, de Palau-solità i Plegamans (Vallès Occidental).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de septiembre de 2006