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El PP pide que se ponga freno a los comercios chinos en el Eixample

El presidente del grupo del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, reclamó ayer al gobierno municipal que trate de detener la expansión de los comercios chinos en el distrito barcelonés del Eixample. Fernández Díaz pidió que se impulse un "plan de usos" para impedir la expansión de los comercios regentados por ciudadanos chinos en la zona de la calle de Trafalgar, que "empezaron a proliferar en 1997" y que en buena parte "se encuentran en situación irregular". "Las tiendas chinas siempre se han caracterizado por su desobediencia cívica, por exponer el material de manera desordenada. Además, generan ingentes cantidades de basura en la zona de Trafalgar, lo que ha provocado las quejas de los vecinos", denunció Fernández Díaz.

Este tipo de comercio, añadió, "representa una competencia desleal para otros comerciantes". El dirigente popular reclamó al gobierno municipal "actuaciones encaminadas a exigir el estricto cumplimiento de las ordenanzas, velando por el cumplimiento de la normativa de horarios, de contratación laboral, de hacienda y de seguridad", por lo que pidió "inspecciones de trabajo, extranjería y salud". Según Fernández Díaz, "el equipo de gobierno ha permitido que el comercio chino se fuera instalando sin ningún tipo de control".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 18 de septiembre de 2006