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CARTAS AL DIRECTOR

Cierre de Garoña

Las Rozas, Madrid

Mis felicitaciones a los verdes. Han actuado al pie de la letra, defendiendo los intereses del lobby petrolífero y los países de la OPEP. ¡Ahora ni por asombro llegaremos a cumplir con Kioto y España se secará un pelín más, Galicia se quemará un pelín más y todos viviremos un pelín peor! Claro, ellos dirán que defienden el uso de las energías renovables. Y les pregunto, ¿dónde proponéis poner más aerogeneradores? Daros una vuelta por el país, ya no queda monte disponible. Energía fotovoltaica, responderán. Puede ser, pero no hasta dentro de 15 o 20 años, y aun así cubriendo enormes superficies del territorio, compitiendo supongo con los aerogeneradores. Pues a los biocarburantes. ¡Estupendo! Exprimamos más a la tierra, ahora con plantaciones de soja, maíz y girasol. Señores, la guerra fría hace tiempo que acabó. La bomba nuclear y la energía nuclear son dos cosas totalmente distintas. La palabra nuclear no es mala. No es sinónimo de destrucción y muerte. Es la única fuente de energía que en estos momentos de nuestras vidas puede ayudar a curar nuestro planeta, que está muy enfermo. Por cierto, todo lo que nos rodea, incluso los militantes de Los Verdes, emiten radiación.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de septiembre de 2006