La Reserva Federal estadounidense (Fed) mantuvo ayer los tipos de interés en el 5,25%, por segunda vez consecutiva desde final de junio. La aparente moderación de la inflación y la desaceleración en el crecimiento, junto al enfriamiento del sector inmobiliario, permiten al banco central extender la pausa para analizar con calma la evolución de la economía antes de dar el próximo paso en su estrategia monetaria.
Wall Street prevé que el precio del dinero seguirá a ese nivel hasta fin de año, lo que dio alas al parqué. El dato de inflación de agosto (3,8%) mostró un relajamiento en el aumento de precios en EE UU, a pesar de que la inflación subyacente sigue alta (2,8%). La economía crece, entre tanto, al 2,9% del PIB, en su potencial.
Pero por si había alguna duda sobre la decisión que iba a adoptar la Reserva Federal, quedó disipada el martes al constarse que el mercado inmobiliario se desacelera más rápido de lo anticipado. La caída en el precio del petróleo atempera, entre tanto, los riesgos en materia de inflación.
Por segunda vez, Jeffrey Lacker se opuso a la decisión de mantener los tipos, porque prefería una subida de un cuarto de punto. La clave estaba, una vez más, en el lenguaje que iba a utilizar la Fed para justificar su decisión, sobre todo en la parte relativa al crecimiento económico y a los riesgos inflacionistas.
Al final optó por mantener la base sobre la primera pausa, tras 17 alzas consecutivas de un cuarto de punto: la expansión se frena y el alza de precios tiende a moderarse. La Fed dice respecto al crecimiento que "la moderación continúa, en parte como reflejo del enfriamiento en el mercado de la vivienda".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de septiembre de 2006