El grupo de CiU en el Ayuntamiento de Barcelona acusó ayer al equipo de gobierno municipal de "ocultar información" sobre la detención de un inspector y un agente de la Guardia Urbana por, presuntamente, haber extorsionado a constructoras para que compraran el material de señalización de la vía pública a la empresa creada por familiares y amigos del primero. "Un caso tan grave como éste exige la máxima transparencia", dijo ayer el concejal de CiU Joaquim Forn, tras lamentar que, a pesar de que la investigación sobre las supuestas irregularidades cometidas por los detenidos se inició el pasado febrero, el gobierno municipal se ha limitado a confirmar los hechos después de que CiU los hiciera públicos el pasado sábado.
Los detenidos son el inspector de la Guardia Urbana Eduardo Calderón y un agente apellidado Montero. Ambos fueron detenidos el jueves y trasladados a las dependencias de la fiscalía en la calle de Pau Claris. Tras declarar, quedaron en libertad con cargos y pendientes de pasar a disposición judicial.
El concejal de Seguridad y Movilidad, Ferran Julián, lamentó que CiU "filtrara" el caso, bajo secreto de sumario, y aseguró que los grupos municipales serán informados el próximo jueves en la reunión de la comisión de seguridad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 25 de septiembre de 2006