Para llegar al Calderón todo son penalidades. Los autobuses no pasan cerca, el metro de Pirámides está a diez minutos largos andando, los coches no pueden llegar, los taxis ni lo intentan.... "¿Y de aquí como salimos?", preguntaba un aficionado al ver la marabunta de gente sorteando obras a la salida del partido.
Los conductores de los autocares de las peñas atléticas también tuvieron que buscarse vida por culpa y aparcaron cerca del cementerio de San Isidro, a un cuarto de hora andando del estadio. "Hemos propuesto al Ayuntamiento que nos dejen aparcar en el Paseo de los Melancólicos, pero no nos han hecho ni caso", se quejaron desde la Agrupación de Peñas del Atlético de Madrid. En el partido de ayer había 120 autocares.
Otros que lo tuvieron mal para llegar y para salir fueron los aficionados de los municipios del sur (Alcorcón, Móstoles, Leganés), de donde pertenece buena parte de la hinchada rojiblanca. "Los accesos desde la carretera de Extremadura son espantosos; y en metro desde Móstoles tardo dos horas", se quejó Manuel Herrera, un aficionado. "Yo creo que el club y el Ayuntamiento lo están haciendo a propósito, para convencernos de que es bueno dejar el Calderón y pasar a jugar en estadio de La Peineta, que está mejor comunicada", reflexionó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 25 de septiembre de 2006