Euskadi cuenta con un total de 115.000 empresas familiares, de las que más de 55.000 se encuentran en proceso de sucesión generacional, uno de los "problemas" y "retos" a los que se enfrentan este tipo de firmas, según indicó ayer el presidente de la Cámara de Comercio e Industria alavesa, Román Knörr.
Knörr participó en la presentación en Vitoria de un foro sobre la sucesión en las pymes organizado por la Sociedad para la Promoción y Reconversión Industrial (SPRI) en colaboración con la Cámara de Comercio y la patronal provincial. "Sólo un tercio de las empresas familiares llegan a la segunda generación, donde su principal reto es la profesionalización. Y sólo un 10% llega a una tercera generación", precisó el presidente de la Cámara alavesa. Este tipo de compañías representan en el conjunto de España el 20% de los grandes conglomerados empresariales.
Para Knörr, tanto empresas como instituciones privadas y administraciones públicas deben implicarse en el desarrollo de las potencialidades de las empresa familiares. La SPRI ha puesto en marcha un programa dotado con 500.000 euros para labores de consultoría y apoyo a aquellas firmas en situación de sucesión.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 26 de septiembre de 2006