El medio ambiente no es el principal criterio que tienen en cuenta los empresarios cuando sopesan la posibilidad de abrir un negocio o una delegación en otra ciudad. Aun así, el 15% de los directivos afirman tenerlo en cuenta, frente al 13% que decía evaluarlo el año pasado. Barcelona ha mejorado y se considera la novena ciudad con menos contaminación de Europa. Peor parada sale Madrid, que pasa del 21º al 24º lugar.
En general, Madrid ni sube ni baja, sino que se ha quedado en el séptimo lugar del European cities monitor, por detrás de Barcelona, Bruselas y Milán. Sus aspectos más positivos son similares a los de la capital catalana. Es la segunda ciudad donde se aprecia un mayor esfuerzo por mejorar y la tercera en calidad de vida.
Madrid supera a Barcelona en las conexiones internacionales y la calidad de las telecomunicaciones, dos factores clave para las empresas. En cambio, está muy por debajo en el dominio de los idiomas extranjeros, la disponibilidad de plantillas cualificadas y la relación calidad-precio de las oficinas. En una segunda clasificación de ciudades emergentes asoma la cabeza Valencia.
En los próximos años, señala el informe, las ciudades donde se abrirán más negocios y delegaciones serán las de Europa del Este, con Varsovia, Moscú, Budapest, Bucarest y Praga a la cabeza.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 27 de septiembre de 2006