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CARTAS AL DIRECTOR

La autovía de los Pirineos

Majadahonda, Madrid

No concierne solamente a los gobiernos autónomos ni entidades locales. Un proyecto de esta envergadura si es abordado por el Ministerio de Obras Públicas debería de tener una justificación plena a los ojos de las diferentes comunidades, para no caer en agravio comparativo.

Por otro lado, las zonas vírgenes que nos quedan como es el Pirineo Central deberían ser objeto de más consideración, porque ahí se tocan espacios patrimoniales, y no sólo en cuanto a paisaje, sino también por los valores primordiales que contienen, como son los bosques y las aguas de calidad.

No se comprende cómo el Gobierno de Aragón, tan celoso de "su agua", se permite construir un viaducto para esta autovía que atraviese el río Aragón en su curso alto, a apenas 25 kilómetros de su nacimiento. Y que siendo precisamente el agua el símbolo y emblema de la Expo de Zaragoza 2008, se dañe de una manera flagrante a un río de montaña, afluente principal del río Ebro, tan emblemático como éste, o más si cabe, ya que su nombre está en el origen del nombre de Aragón desde el principio de su historia.

Una importante razón más para no dañar de una forma irreversible a este río, con cientos de toneladas de cemento a sus viejas espaldas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de septiembre de 2006