Angela Merkel entró ayer de lleno en la polémica suscitada en Alemania por la suspensión de la ópera Idomeneo, de Mozart, por temor a las amenazas de integristas islámicos. La canciller dijo que "la autocensura por miedo es intolerable". "Tenemos que tener cuidado de no retroceder por miedo a los radicales violentos", dijo. La polémica marcó ayer la apertura en Berlín de la primera conferencia sobre el islam, organizada para mejorar las relaciones con los musulmanes
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de septiembre de 2006